Durmiendo confiado es cuando recibe los mensajes más importantes de parte de Dios: le advierte del peligro del rey Herodes, se le exhorta a no tener miedo y a amar y proteger incondicionalmente al Niño y a María.
Durante el sueño, a José se le revela su papel de padre putativo de Jesús y de todos los hombres, y se construye su figura de abogado, consolador y protector.
Oración a san José
Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María. A ti Dios confió a su Hijo, en ti María depositó su confianza, contigo Cristo se forjó como hombre. Oh, bienaventurado José, muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la vida. Concédenos gracia, misericordia y valentía, y defiéndenos de todo mal. Amén.